En la temporada 2010/2011 arbitraron en España 8.800 hombres y 277 mujeres, para ellas es más difícil ascender de categoría en el fútbol, son pocas las que lo hacen y menos aún las que logran sortear las categorías infantiles del fútbol, un árbitro comenta al respecto "conozco a una chica que lleva dos años pitando infantiles mientras todos sus compañeros hombres ascienden”. De igual manera sufren insultos machistas, acoso y hasta agresiones por parte de los hinchas, este es el panorama de las mujeres árbitras españolas quienes se enfrentan al sexismo en el fútbol.
Diferentes realidades 
Esas situaciones se repiten y desaniman a las chicas a entrar en el mundo del arbitraje", así lo explica Paloma Mata, ex árbitra y autora de: '"arbitra no me ha llamado nadie" el único trabajo que aborda en profundidad el mundo del arbitraje de fútbol femenino en Cantabria. Aunque el estudio cualitativo se centra en el Comité Territorial de Árbitros de Fútbol de Cantabria, también se ofrece una sinopsis de datos cuantitativos recogidos por la autora en los diferentes comités de árbitros/as de España que perfilan el panorama del arbitraje español de fútbol, algo que no se había hecho hasta el momento.
Grandes sueños
Zulema González es una árbitra española que sueña con dirigir un partido en las máximas categorías, aunque sabe bien que nunca una mujer ha llegado a arbitrar en el fútbol profesional (Primera y Segunda División), lo máximo ha sido Segunda B, todo una carrera de obstáculos para las pocas que lo han logrado: "Para nosotras son más difíciles los ascensos porque las pruebas físicas son las mismas que para los compañeros hombres. El machismo no viene de nuestros compañeros, sino de muchos directivos que no apoyan a las mujeres", cuenta Paloma Mata
Mucho futuro
"Te acabas acostumbrando, así que dejas de escuchar cuando te están insultando, hasta te dan más ganas, como más adrenalina, de demostrarles que lo sabes hacer bien", explica Zulema, una de las jóvenes árbitras con más futuro en el fútbol español. Es la primera mujer que asciende a la primera categoría del fútbol orensano, Primera Autonómica, una federación, que se ha tomado muy en serio el ascenso de las mujeres. Sólo en la provincia de Orense pitan 16 mujeres, muchas, teniendo en cuenta que en comunidades como País Vasco o Cantabria hay menos de diez.
Abriendo camino
Lucía tiene sólo diecisiete años pero arbitra desde hace cinco. Cada domingo, su padre la lleva por toda la provincia recorriendo kilómetros para pitar donde le toque: "los dos primeros años son los peores, luego te acostumbras a los insultos y hasta a que intenten agredirte. Hay fines de semana que tienes hasta cuatro partidos pero a mí me gusta mucho arbitrar. Hay que ganarse el respeto". Aunque por las anteriores causas son pocas las mujeres en España que se enfundan las medias negras, se ajustan el silbato y se meten en el bolsillo las tarjetas rojas y amarillas, las que están en el gremio abren su espacio para que por fin las llamen por su verdadero nombre “arbitras de fútbol”.
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